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    13 de Junio de 2023 - Por Nataly Chamorro

Mi experiencia en España

¿Cómo resumir lo que he vivido en casi un año estudiando Teología en Granada-España? Y creo que el evangelio para la Fiesta del Sagrado Corazón de este año (Mateo 11, 25-30) resume lo que he estado rezando desde un tiempo y se me ha ido confirmando, y es que Dios es super sencillo, y es esa simpleza y la de su amor gratuito que el ser humano al querer entenderlo se complica tanto, cuando hay que puro recibirlo y acogerlo

Y eso es lo que he estado haciendo recibir y acoger la vida… era la única mujer de mi clase y mis compañeros eran de diferentes congregaciones: escolapios, claretianos, combonianos, agustinos recoletos, trinitarios. Y de diferentes países: Brasil, Venezuela, Madagascar, Marruecos, Benín, Mozambique, Congo, Uganda, Cuba, Portugal; así que viviendo lo de ser Vida Consagrada intercultural e intercongregacional. En cursos superiores había dos mujeres, que nos hicimos muy cercanas: Yoselín de Perú, de la congregación Misioneras Cruzadas de la Iglesia y, Enriqueta, una laica mexicana que estaba de intercambio.  Con ellos, en los recreos y en salidas gratuitas hemos conversado y reflexionado sobre cómo vivimos vocación, cómo nos proyectamos, qué Iglesia queremos construir y cuál es el Dios que queremos comunicar sin repetir los errores de pasado.

He tenido el regalo de recibir varias visitas de mis hermanas, de mi familia y amigos, que es inevitable conectarlo con que Dios me cuida mucho. Así que super agradecida de Dios de todas las personas que me ha enviado para sentirme acompañada, sostenida y muy querida.

En este tiempo también he podido conocer un poco más la Provincia de España, acá son alrededor de 300 RSCJ (en Chile somos 38), por lo que de a poco me he ido integrando a la Provincia. Participe de un encuentro que reúne a las RSCJ más jóvenes, fue un encuentro muy bonito y que me permitió ponerle cuerpo a muchas con las que me habían comunicado virtualmente. En enero pude conocer la comunidad de Rekalde en Bilbao, con quienes pasé el año Nuevo y pude hacer unos días de retiro; también en Bilbao, pude conocer la comunidad de Algorta y encontrarme con tres hermanas que vivieron en Chile y que son mayores. Y a finales de enero, visité la comunidad de Almería que tienen un proyecto que se llama Bantabá que ofrece clase de español y asesoría a migrantes que llegan de diferentes países de África. Pude conversar un poco con algunos de ellos y hablarles de Chile, país que algunos conocían por los jugadores de fútbol como Alexis Sánchez o Arturo Vidal. Ellos contaban que sus familias elegían a uno del grupo familiar para hacer el viaje a Europa, que les costaba conseguir trabajo por el tema de los papeles y sobre todo porque tienen que esperar tres años para que los reconozcan y les den residencia. La mayoría envía parte del dinero que ganan a sus familias en África, y con ellos, se me abrió todo un mundo nuevo porque ellos no sólo eran de Marruecos, sino también de Camerún, Senegal y Guinea-Bissau, éste último país nunca lo había escuchado. Fue bonito compartir con la comunidad que está formada por tres RSCJ y otra religiosa de las Retrait y que es chilena, así que ahí salió todo lo chileno jajaja. La comunidad tiene una misión muy bonita

En febrero la Provincia de España tuvo visita de dos Consejeras Generalaes y nos reunimos en Madrid todas las sub75, y éramos como 45!!! Yo impactada, porque eran más RSCJ que toda la Provincia de Chile jajaja. Lo lindo del encuentro es me permitió tener mi primera reunión de Formación Inicial con Alba y Eugenia, postulantes de primer y segundo año respectivamente y con Alicia que vivió un tiempo en Chile. Profundizamos sobre la vida en comunidad, sus desafíos y la invitación a caminar como cuerpo, la importancia de las relaciones y de sentirnos que formamos parte de algo mayor.

Entre abril y marzo, estuve realizando talleres de Auriculoterapia (Técnica con semillas de mostaza que aprendí en el noviciado) a migrantes de diferentes países: Honduras, Perú, Bolivia, Guatemala, Colombia, Venezuela, Brasil, Marruecos. Fue tocar la migración desde los acontecimientos latinoamericanos, ya que estando en Almería, había palpado la migración africana (en cierta parte). Fue volver a conectarme con el cuerpo, con el cuidado integral de nuestro ser y ofrecer un espacio de relajación y de descanso a las personas que asistían.

En Semana Santa, con una hermana de Almería, viajamos a Oujda (Marruecos) a apoyar, conocer la comunidad que tenemos allá. La misión que hacen allí es sencilla, pero significativa. Acompañan a los migrantes (la mayoría hombres jóvenes) que llegan de diferentes países de África para cruzar ya sea en pateras el Mediterráneo o trepando las rejas que dividen Melilla, territorio español en África, con Nador. También, tienen un pequeño espacio en donde cuidan a niños que “rescatan de las calles”, ya que es muy común que mujeres pidan dinero con niños en la calle porque en el islam se debe dar limosna, entonces con niños por lo general la limosna es más alta, pero están siendo expuestos a un montón de enfermedades y otros peligros. Por lo que hacen un trabajo muy delicado de conversar y convencer a las familias para que las mañanas los niños vayan a la guardería.

Para mí, esta fue una experiencia que me enseñó lo que tanto se habla en la vida religiosa de que debemos ser más que hacer. Un día en que no tuvimos guardería, fuimos a la Iglesia en donde está el taller Art Kum, en donde mujeres hacen bolsos, carteras, etc. Una de las mujeres estaba cosiendo con su hijo en brazos y yo le dije en señas si se lo cargaba para que ella pudiera estar más cómoda, ella accedió y me senté con Omar en mis brazos y así estuve casi 2 horas. Sólo estar abrazando, acogiendo la vida, escuchando sus ronquidos y contemplando como las demás marcaban y cortaban género, cosían. Me agarró el corazón, fue super interpelador.

Otro día, los chicos migrantes nos contaron su experiencia de “peregrinaje” para llegar a Marruecos y es horrible lo que sufren, lo que viven, lo que ven, lo que escuchan. Muchos pasan torturas, los toman como rehenes para que sus familias les manden dinero a los captores, entre otras cosas… fue heavy escucharlos. Por lo que todos decían que el pasar a España era un mero trámite que no se comparaba con todo lo vivido para llegar a Marruecos y por eso gritan BORA!! Que es un grito de victoria que dicen todos los que llegan, por lo que la labor que hacen Rosa, Montse y los curas, es para sacarse el sombrero… les pido que recen mucho por esa misión y por ellas. Y como la vida tiene de todo, me llevé una sorpresa porque a Oujda también viajó Belén Canals, una joven de Barcelona que estuvo de voluntaria en Michaihue el 2019 y con quien compartí mucho junto a su prima Isa cuando estuvieron allá.

En Mayo, visitó la Facultad de Teología el Cardenal de Marruecos, Cristóbal López, un tipo super sencillo, que nos decía (y yo lo confirmaba después de haber estado en Oujda) que la Iglesia Católica en Marruecos es insignificante (30.000 creyentes de una población de 30 millones), pero inmensamente significativa. Sus palabras y su testimonio fueron un impulso para tener la mirada puesta en que la misión, mi vocación sea significativa para tantas y tantos.

Por lo que en esta Fiesta del Sagrado Corazón agradezco todo lo que he recibido, aprendido, acompañado y sostenido. Y pido que en dónde esté, pueda ser como el yugo del Evangelio para que muchos descansen en Dios y, ser medio para que otros aprendan de su Corazón, sientan el yugo suave, el amor y perdón del Abbá  que siempre está esperando con los brazos abiertos.

Naty Chamorro rscj

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