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    28 de Noviembre de 2021 - Por Alejandro Castillo

Valorar lo que nos entrega la tierra, el valor de ésta en nuestras vidas

La tierra nos da sus frutos. Proyecto huertos familiares. Reñaca Alto 2021.

Mi experiencia en la promoción y trabajo de los Huertos Familiares es muy positiva. Pude aprender mucho de los otros vecinos y además de tener la oportunidad de construir huertos en casas de muchos vecinos, para que puedan sembrar verduras lo que los ayudará en el futuro en el ahorro familiar. Cada uno de los vecinos que tuve la oportunidad de conocer, en su gran mayoría tenían pequeños huertos, la gran mayoría tenía alguna experiencia en huertos en alguna etapa de sus vidas.

Agradezco infinitamente por la posibilidad de ser parte de un proyecto tan lindo y servicial, que nos da la oportunidad de entregar y recibir conocimientos, como a la vez la oportunidad de conocer otras personas de nuestra población, con el agregado de poder sembrar, consumir nuestros propios alimentos. Lo que nos da la oportunidad como pobladores de poder ser más independientes económicamente y también de valorar de mejor manera los que nos entrega la tierra, el valor de ésta en nuestras vidas y también para las futuras generaciones.  Nos demuestra la importancia de la sustentabilidad alimenticia, que es imprescindible para las sociedades con altos porcentajes de inequidad social.  

Mi aprendizaje con los vecinos y trabajadores en los huertos familiares también es muy positivo ya que uno se puede dar cuenta que cada persona puede dejar una enseñanza en nuestras vidas. Muchas vecinas que participaron de los huertos tenían espacios muy reducidos, incomodos.  Pero a pesar de todas estas problemáticas les ponen mucho empeño para plantar sus propios alimentos.  Yo tuve la oportunidad con el proyecto de dar una mejora sustantiva a cada uno de los huertos que realizamos. En la mejora de la tierra, del espacio donde quedaría el huerto, aparte de la oportunidad de conocer nuevas personas, conocer más de sus necesidades, sus sueños, y también la precariedad en que viven. Muchas veces con una gran ausencia del Estado en su vida diaria.

A pesar de cada una de las dificultades que nos tocó vivir en el proceso, se agradece el trabajo de los trabajadores en cada uno de los huertos realizados. Aprendí de ellos la paciencia, la tolerancia y la adecuación a sus tiempos y no a los míos.

Realidad con la que me encontré en los lugares donde se hicieron huertos: Yo soy nacido y he crecido en Reñaca Alto, en los distintos sectores donde realizamos huertos, en su gran mayoría fueron tomas de terrenos al contorno de nuestra población, entre ellas se encuentra Villa la Cruz, Villa Oriente, Villa Nueva Esperanza.

En la población antigua que es Reñaca Alto y que ya cumplió 65 años de sus gestación, viven vecinos en su mayoría de ingresos bajos, cada una de los avances se han hecho con mucho esfuerzo, sacrificio y organización comunitaria. Si bien esta población por los años se encuentra en su gran mayoría con sus servicios básicos resueltos, existe una gran parte de la población que hasta hoy se encuentra en toma, no tienen sus servicios básicos cubiertos, un ejemplo de esto es Villa Oriente que lleva más de 30 años sin agua potable, alcantarillado, pavimentación ni regularización de sus terrenos. Pobladores que se encuentran muy alejados de la justicia social y la equidad, Villa la Cruz esta aun peor, Villa Esperanza no se encuentra reconocida ni por el Municipio. Gran parte de los vecinos que viven en estas tomas trabajan en el rubro de la construcción, servicios, o trabajos informales, se encuentra una gran cantidad de migrantes haitianos, colombianos y venezolanos.

Como se puede ver la gran mayoría de las personas que se les hizo huertos son gente que vive de forma muy precaria y que necesitan de un apoyo por parte del Estado. Pero lo principal es que se les pueda entregar las herramientas para salir de su situación de pobreza, terminar con el asistencialismo Estatal ya que este perpetúa la pobreza y les quita la dignidad a las personas. 

Mi sueño es que en el futuro podamos vivir en una población y sociedad más participativa, que haya más equidad, que las personas le tomen más importancia a nuestra tierra; con respeto hacia nuestro medio ambiente, que cuiden la tierra como su hogar, que podamos educar a nuestras futuras generaciones para que cada familia tenga un huerto en su casa, con el fin de que se puedan autosustentar con sus verduras frescas sin plaguicidas. Que no necesiten que otros les vengan a dar sino que a enseñar cómo hacer las cosas de mejor forma. Espero a vecinos más empoderados y preocupados de su población, más organizados y con más representantes que puedan llevar sus inquietudes a las autoridades.  Espero un Chile para todos y no para unos pocos, espero justicia social para nuestras poblaciones y también para nuestros pueblos originarios que son los maestros de todo lo que tiene que ver con nuestra tierra.  

 

 

 

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